¿No te parecería divertido ponerte en los zapatos de un perfumista? ¿Quién sabe? A lo mejor creas una fragancia fantástica y original, tan agradable como esos que te gustan tanto. Puede que encuentres un aroma que te defina y vaya genial contigo. Un perfume casero no es tan complicado de hacer; es cuestión de encontrar esos olores que te gusten… rosas, vainilla, o incluso… ¿té verde? ¡Vamos a ello! 

Perfume casero – ¿Qué necesito?

Un perfume sólido casero es un producto muy peculiar. No se evapora tan rápido uno líquido, y puedes guardarlo dónde te parezca más conveniente, hasta en un pintalabios vacío. ¿O quizás  en pequeño medallón de metal? Normalmente se guarda una pequeña foto de alguien querido, pero puede ser un contenedor ideal para un pequeño perfume. Piénsalo, lo abres en cualquier lugar y te pones un poco. Es práctico y super lindo (como regalo es de lo más original). ¿Tentada? ¡Pongámonos manos a la obra!

Necesitarás

• Cera de abejas natural (esto es básico).
• Aceite líquido: por ejemplo, aceite de almendra, aceite de jojoba, etc.
• Tus aceites naturales favoritos: déjate llevar, escoge varios, mézclalos y comprueba que aroma consigues; dale un intento, es divertido y puede que descubras un nuevo talento para tu repertorio.
• Un contenedor para tu perfume: Cualquier cosa vale, un tarrito, un pequeño frasco, un pinta labios vacío, etc.
• Un pequeño cuenco o frasco de cristal dónde mezclar los ingredientes. Solo recuerda evitar usar plástico porque vamos a tener que calentar la mezcla.

Perfume casero: Hagamos tu propia fragancia (paso a paso) 

1.  Mezcla una cucharada de cera de abeja y otra de tu aceite líquido (jojoba, almendra, semilla de uva, argán…). Introduce la mezcla en un frasco o cuenco y déjala en un baño María.
2. Añade unas gotas de tu aceite esencial a la cera derretida. Supongo que para estas cantidades podríamos añadir hasta un total de 15 gotas. Si usas un par de aceites, añade unas 5 de cada (en caso de usar 3 aceites) o unas 7-8 (en caso de usar 2 aceites).
3. Vierte con delicadeza tu perfume en tu contenedor de elección, y déjalo reposar hasta que se enfríe. Y finamente, mételo en la nevera (con una hora debería bastar).

Y ya está, el perfume sólido casero más sencillo del mundo. Puedes probar una fórmula diferente cada vez. Te aconsejo usar un par de aceites y anotar los resultados que consigas. Yo lo hago y ahora tengo recetas para aromas increíbles. Si usas un solo ingrediente, ten en cuenta que hay olores que por sí solos no son muy espectaculares sin la compañía de otros elementos como la menta o el eucalipto. El aceite de lavanda tampoco me mata personalmente (a no ser que quieras oler como el armario de tu abuela:) ). Estos aceites combinan mejor con otros picantes o inciensos.

Como opciones de perfume de un solo ingrediente, son buenas opciones el té verde, la hierba de limón, la verbena, la rosa, el jazmín o cualquier otro cítrico fresco o flor (limón, naranja, pomelo).

¡Buena suerte y a divertirse!